El yoga facial es una práctica cada vez más popular, y no es para menos: es natural, relajante y efectiva. Con tan solo unos minutos al día puedes tonificar tus músculos faciales, reducir arrugas y devolverle vitalidad a tu rostro. Y lo mejor: no necesitas nada más que tus manos, tu respiración y un espejo.
En nuestros talleres enseñamos rutinas completas, pero hoy quiero compartirte 5 ejercicios básicos que puedes hacer en casa. Uno para la frente (suaviza líneas de expresión), otro para los ojos (mejora la mirada cansada), uno para la zona de los labios (evita el código de barras), otro para la papada y uno final para tonificar el óvalo facial.
Practicar estos ejercicios con constancia mejora la circulación, oxigena la piel y estimula la producción natural de colágeno y elastina. Además, el momento de autocuidado que creas es un regalo para tu bienestar emocional. La piel refleja cómo nos sentimos por dentro.
Dedicarte unos minutos frente al espejo, respirar hondo y conectar contigo misma transforma no solo tu rostro, sino también tu energía. El yoga facial no es solo estética: es un acto de amor propio.
